Centauria
CulturaCine

Centauria: nuevas formas de hacer series animadas

Centauria (Centaurworld) es la nueva miniserie animada de Netflix, creada por Megan Dong. Ésta se centra en la historia de Horse, una yegua acostumbrada a luchar en la guerra junto a su compañera y jinete Rider. En un enfrentamiento con sus enemigos, Horse es enviada por un objeto mágico a un mundo paralelo llamado Centauria, donde habitan diferentes tipos de centauros, criaturas que tienen cuerpo de animal y torso humano.

Atrapada en ese mundo particular, Horse conocerá a un grupo de centauros, demasiado simpáticos para su gusto, que se encariñarán con ella en el momento en que la conocen. Este grupo muy especial de personajes la acompañará en su viaje en busca de un chamán que la ayude a volver a su mundo, a reencontrarse con Rider.

Centauria y la deconstrucción de las series animadas

Lo particular de esta serie animada es que se trata de un musical. A medida que la historia avanza, los personajes van cantando lo que les sucede o preocupa. Las canciones son pegadizas, cada una tiene un ritmo particular que se articula muy bien con la letra, y provoca ganas de cantar junto a esas criaturas extrañas que van apareciendo en el viaje por Centauria. Las canciones fueron escritas en parte por Megan Dong, la creadora de la serie, y por Dominic Bisignano. Megan cuenta, en una entrevista que le hicieron, que ella quería que la serie tuviese algunas de las características del teatro musical; y creo que lo ha logrado ya que la serie destila esa energía propia del teatro y la música.

centauria

En la serie existen en simultáneo dos mundos muy diferentes, cuyas especificidades son construidas también desde el aspecto formal y enunciativo. Creo que esto es un logro importante ya que demuestra que hay una buena articulación entre la trama de la historia y la dimensión retórica o estética de la producción audiovisual. Es decir, hay una relación directa entre el sentido de aquello que se narra y el diseño de las imágenes; se acompañan y complementan mutuamente.

El primer mundo en aparecer está atravesado por la guerra, y es abordado desde una estética más cercana a la de las series animadas de acción: sus colores son más oscuros, en la gama de los grises y marrones, y los personajes están diseñados con bordes bien definidos, rectos, dando una sensación de rigidez y seriedad. A la vez, las escenas cargan con una dosis mayor de dramatismo. Mediante el uso de estos elementos, se construye un lugar sombrío y triste, atravesado por la tragedia.

El otro mundo, Centauria, se presenta colorido y entretenido, es el espacio de las canciones divertidas, alegres. Esto se refleja también en las imágenes animadas: los paisajes y los personajes tienen bordes más redondeados, se ven esponjosos, abrazables; los colores son vibrantes, están más saturados. Aquí, los temas más serios y profundos que subyacen a las historias de los personajes se manifiestan a través de un velo de luminosidad y liviandad.

centauria

Otro aspecto para remarcar de la serie es el abordaje de las temáticas elegidas para la trama, muchas de ellas relacionadas con la salud mental. Desde la superación de traumas pasados y el miedo al abandono, en el personaje de Wammawink; hasta la relación con una figura paterna, en Durpleton, el centauro que es mitad humano mitad jirafa; o la posibilidad de abrirse hacia los demás y el exterior, poder confiar en otros y permitir que los sentimientos íntimos fluyan, en la protagonista Horse.

Ella, en tanto guerrera, no se permite ser débil, ni sentir más de lo que debe. Este problema que atraviesa la heroína es ilustrado en una escena hermosa –tanto en la dimensión visual como en la musical– en la que canta, en una mezcla de angustia y frustración, sobre no llorar. A medida que el viaje por Centauria avanza, Horse descubre lo que es cuidar de alguien más que de ella misma.

También la serie cuestiona el concepto tradicional de familia, y para hacerlo, construye una familia atípica, diferente, que mezcla personajes –en este caso, los centauros y Horse– diametralmente distintos entre sí, lo cual enriquece aún más a la trama. El hecho de que cada uno de los integrantes de la manada tenga una personalidad tan diferente de los otros, que no se encuentra atada a estereotipos, demuestra que Centauria es una serie que busca deconstruir ciertas ideas e imposiciones de la sociedad actual.

Y un aspecto a resaltar de esto es que no lo hace de una forma programática o a modo de bajada de línea, sino que estas ideas aparecen de una manera sutil, y sin embargo potente, en los mensajes que la serie transmite. 

Me parece que se trata de una serie animada que tiene como target a un público amplio, apunta tanto a los adultos como a los niños, y creo que todos pueden disfrutar mucho la serie. Si bien hay chistes o juegos de palabras que están dirigidos a personas mayores, los niños pueden comprender y seguir con facilidad la trama ya que la historia avanza con fluidez y ritmo, en gran parte por las canciones pegadizas de la serie.

Conclusiones sobre Centauria

En conclusión, Centauria es una serie que interpela a toda su audiencia en cuanto al recorrido de temas que hace: el amor por nuestros amigos y familia, la superación de traumas y el dolor de la pérdida; el aprendizaje y crecimiento. Y lo hace de una forma muy original: ¡un musical que se desarrolla en un mundo de centauros! La complejidad que implica esta idea de base fue resuelta de una forma que combina creatividad y entretenimiento.

La serie tiene diversas capas de contenido –ya sea audiovisual o narrativo– una por encima de la otra, como en un juego de cajas chinas, y cada una de ellas está desarrollada profundamente. La realización de la propuesta de la creadora de la serie está muy bien lograda, y genera satisfacción verla. Desde los aspectos más técnicos, como los diálogos o el diseño de las imágenes animadas, hasta la singular y hermosa historia que se narra.

Share:

Deja un comentario

Ir al contenido