La historia de Ramona Orellano de Bustamante: Un símbolo de lucha por los derechos campesinos en Córdoba
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La historia de Ramona Orellano de Bustamante: Un símbolo de lucha por los derechos campesinos en Córdoba

Pasó el mes de la mujer y todavía debemos reconocer y poner en la charla del día a día la lucha de las mujeres, sobre todo en estos tiempos. El noroeste cordobés tiene a su protagonista: Ramona Orellano de Bustamante. Acompáñanos para aprender más de su vida y lucha.

Una mujer nacida y criada en el campo, víctima de una estafa en la cual se aprovecharon de su vulnerabilidad, se convirtió en símbolo de lucha por el derecho a la tierra y bandera del movimiento campesino en Córdoba tras resistir tres desalojos en sus últimos veinte años de vida.

Ramona Orellano de Bustamante – Créditos: La Tinta

La Ley de Saneamientos de Títulos de Propiedad en Córdoba

Gracias a su lucha en el 2010, la Legislatura de la Provincia de Córdoba sanciona la Ley de Saneamientos de Títulos de Propiedad en todo el territorio (L.P. 9150). Dicha la ley busca proteger a todos los poseedores que se encuentran vulnerables al no poder demostrar la posesión prolongada y de buena fe de los inmuebles que habitan.

Incluso en la versión taquigráfica de esa sesión ordinaria que da luz a la mencionada ley se afirma que, de no ser por Ramona Orellano de Bustamante, la problemática de cientos de poseedores en el interior cordobés no hubiera sido visibilizada.

Su lucha comienza en el 2003 cuando ella y su hijo Orlando son desalojados de las tierras que había heredado de su padre en el paraje “Las Maravillas” del norte cordobés, en el departamento de Río Seco.

La justicia de Dean Funes fue la encargada de decidir que, a pesar de vivir por más de noventa años en aquel lugar junto a su familia y animales de campo, Ramona Orellano de Bustamante debía abandonarlo, a pesar de haber sido vulnerada en sus condiciones, desconociendo así el derecho ancestral que la mujer poseía sobre esas 150 hectáreas.

Ramona contrae matrimonio y se establece en el campo para formar el hogar de su familia, su padre contrae nuevas nupcias y tiene otros hijos; sin embargo, producto de leyes injustas, Ramona no es reconocida, quedando en el futuro en una posición desigualitaria para sentarse a negociar.

Sus hermanas venden los terrenos que Orellano habitaba a productores agrarios, quienes comienzan los trámites para desalojar a nuestra protagonista. Es decir, Ramona no fue incluida en la negociación ni en la declaratoria de herederos: no fue escuchada en ninguna instancia.

Ramona Orellano de Bustamante

Aprovechándose de su vulnerabilidad y escasos recursos, los interesados la conducen a firmar un convenio de desalojo, del cual Orellano nunca comprendió su alcance.

Lejos de bajar los brazos, esta mujer del interior plantó bandera y condujo un movimiento campesino al reconocimiento de los derechos ancestrales sobre la tierra que ocupan. Hablamos aquí de cientos de familias que han vivido en aquellos terrenos por casi un siglo sin que su posesión sea reconocida.

La justicia en primera instancia desconoce el derecho ancestral de estas tierras, que fueron vendidas por otra parte de la familia de Ramona Orellano de Bustamante sin consultar a ella, quien históricamente las habitó y trabajó.

Ramona fallece a los noventa y cinco años sin la posibilidad de que sus derechos ancestrales sean reconocidos, esperando una justicia que nunca llegó.

El reconocimiento a la lucha de Ramona Orellano de Bustamante

En el año 2018, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC le otorgó el Premio José María Aricó, la más importante distinción que la entidad entrega a personas “por su compromiso social y político”.

Tal fue el impacto de nuestra luchadora que el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Sociales le rinde homenaje in memoriam a través del expediente EX-2021-00320593-UNC-DGME#SG del 25 de Junio del 2021 las máximas autoridades expresan que Ramona fue y será “el vivo recuerdo de una mujer trabajadora y campesina que luchó con perseverancia y firmeza inigualables por los derechos campesinos, por su posesión ancestral y soberanía alimentaria del país, convirtiéndose en una verdadera referente del Movimiento Campesino de Córdoba”.

La justicia negada a Ramona Orellano de Bustamante estuvo sesgada por desigualdades de género y etnia, que permitieron que otros se aprovecharan de las vulnerabilidades congénitas a este sistema para su beneficio.

A pesar de todo ello, Ramona fue una gigante que se enfrentó a las topadoras.

Parte de su legado fue la Ley 9.150 que crea el Registro Personal de Poseedores, en el cual pueden anotarse las personas que invoquen y acrediten la posesión de inmuebles urbanos, rurales y semirrurales. Esta normativa vino a parchear un problema de cientos de familias que se encuentran desprotegidas y que han habitado nuestros confines en muchos casos por más de cien años. Generaciones enteras que corren peligro de quedarse sin hogar de la noche a la mañana.

Reconocer su legado y lucha es lo que nos recuerda la falta de empatía que muchas veces ataca de manera cruel a la sociedad. Y cuando esa falta de empatía llega al poder público resultan hechos gravísimos como estos.

Eslóganes como el respeto irrestricto a la propiedad privada, a la vida y a la libertad, sin soslayar cuestiones de paridad, oportunidad y decisión resultan vacíos y meros disfraces para ocultarnos la realidad: que los poderosos buscan ganar sin importar qué y a costa de qué.

Ramona Orellano de Bustamante no representaba un partido político, ni una izquierda ni una derecha, Ramona representaba a su familia y al trabajo de toda una vida, el cual por su calidad de mujer y de sujeto vulnerable le fue negado.

La historia de Ramona Orellano de Bustamante es un recordatorio poderoso de la lucha incansable por la justicia y los derechos humanos. Su valentía y determinación nos inspiran a todos a levantarnos contra la injusticia y defender lo que es correcto. Nos invita a reflexionar sobre nuestras propias acciones y cómo podemos contribuir a un mundo más justo y equitativo para todos.

Te invitamos a unirte al debate y compartir lo que piensas sobre la historia de Ramona. ¿Qué lecciones crees que podemos aprender de su vida y lucha? ¿Cómo podemos aplicar esas lecciones en nuestra propia vida y comunidades? Juntos, podemos honrar su memoria y seguir su ejemplo de valentía y compromiso con la justicia. ¡Únete a Rock & Arte y hagamos la diferencia juntos!

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