En la era de las redes sociales, los filtros de Instagram se convirtieron en una herramienta cotidiana. ¿Pero realmente embellecen o nos encierran en un estándar de belleza inalcanzable? Este artículo profundiza en cómo estas herramientas digitales, que prometen perfección instantánea, están generando una uniformidad estética preocupante. Exploramos el impacto psicológico de ver "demasiadas caras de la misma moneda" y reflexionamos sobre la autenticidad en un mundo cada vez más filtrado.









